d003c14756c7d9c8a3543d357d05a1a8 (1)

Cirugía ginecológica mínimamente invasiva

Laparoscopía e histeroscopía ginecológica para la infertilidad

Cirugía endoscópica

La incorporación de la cirugía endoscópica constituye un avance revolucionario dentro de la medicina. La laparoscopía ginecológica es un procedimiento que fue utilizado inicialmente como herramienta diagnóstica, especialmente en el campo de la fertilidad. El avance de la técnica laparoscópica permite la resolución quirúrgica de un número cada vez mayor de patologías que anteriormente debían ser resueltas, de manera más traumática, mediante laparotomía (esto es, la cirugía a cielo abierto).
La cirugía a cielo abierto (que también se realiza en el IFER) está reservada para aquellos casos en los cuales no se puede utilizar la técnica laparoscópica (bloqueos pelvianos por adherencias o anastomosis tubaria por microcirugía).

¿En qué consiste una laparoscopía?

La laparoscopía es una técnica quirúrgica que consiste en la insuflación del abdomen con un medio gaseoso, lo cual permite colocar una óptica a través de un mínimo orificio (1 cm) por el ombligo y visualizar los órganos del abdomen en forma directa a través de esta óptica (cámara) conectada a una fuente de luz. Las ventajas de este tipo de cirugía incluyen un proceso de recuperación rápido, un tiempo de internación mínimo, y una pronta reinserción laboral.

¿Qué aplicación tiene la laparoscopía en la infertilidad?

La laparoscopía es una herramienta muy valiosa para diagnosticar anormalidades que pueden pasar inadvertidas con otros medios diagnósticos (formas leves de endometrosis, obstrucciones parciales o totales de trompas, y adherencias en ovarios o trompas). Esto se debe a que permite visualizar el interior de la pelvis, y ofrece la posibilidad de una cirugía correctiva en el mismo momento operatorio, evitando una nueva anestesia y acto quirúrgico.

¿Qué otras aplicaciones tiene la laparoscopía ginecológica?

Las cirugías que más frecuentemente se realizan por laparoscopía son: la extirpación de quistes ováricos (preservando el ovario y su funcionalidad) y de miomas (restableciendo la funcionalidad del útero).
En el caso particular de miomas que se encuentran dentro de la cavidad uterina (miomas submucosos), la extirpación de los mismos puede realizarse por otra técnica endoscópica llamada histeroscopía (ver más abajo). La endometrosis es otra patología frecuente en la población femenina cuya resolución quirúrgica es preferentemente endoscópica. Mediante la laparoscopía pueden extraerse quistes endometrósicos, y coagular o extirpar los focos de esta enfermedad.
El tratamiento quirúrgico del embarazo ectópico (cuando el embarazo se aloja fuera del útero) incluye una serie de procedimientos que, en la mayoría de los casos, pueden practicarse mediante cirugía laparoscópica. La laparoscopía permite, en muchos casos, realizar el tratamiento quirúrgico del embarazo ectópico conservando la trompa en condiciones para un embarazo posterior normal.
La valoración del dolor pelviano agudo o crónico puede hacerse por laparoscopía luego de una correcta evaluación clínica, con la posible resolución (en muchos de los casos) de la patología causante del dolor.

En caso de presentar algún trastorno que motive la realización de una cirugía translaparoscópica, es importante tener en cuenta la necesidad de realizarlo en un centro adecuadamente preparado y equipado y con profesionales entrenados y acreditados en la práctica de esta técnica.
El IFER fue pionero en este tipo de cirugía, contando con profesionales que han desarrollado esta técnica desde hace más de 30 años y que se perfeccionan continuamente.

¿En qué consiste la histeroscopía?

La histeroscopía es una técnica que permite visualizar el interior del útero y confirmar la presencia de adherencias, pólipos, inflamaciones y malformaciones. A través de esta técnica se pueden tratar estas diferentes lesiones en el mismo acto quirúrgico.
El procedimiento se realiza bajo sedación profunda, vía vaginal (no hay corte ni cicatriz) y no es doloroso. La recuperación lleva entre 2 a 4 horas y el postoperatorio se acompaña de una molestia o dolor similar a una menstruación por unas horas.
La histeroscopía consiste en colocar una óptica a través del cuello del útero, conectada a una cámara, y permite la visualización del interior del útero por el cirujano y su equipo.
En algunos casos, ante fracasos de implantación en FIV-ICSI, una histeroscopía puede ser un procedimiento a considerar antes de continuar con los intentos de fertilización asistida.